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Fue en 1987 cuando una intimidante y monstruosa criatura irrumpió en el panorama cinematográfico, su tamaño era colosal, su ferocidad era atemorizante y su fuerza era aterradora, era el Depredador. En ese momento los xenomorphos de Alíen eran lo más aterrador que se había visto, pero cuando se estrenó esta intrigante historia de guerra protagonizada por Arnold Schwarzenegger se vivió un verdadero fenómeno, al grado que con el pasar de los años llegaron las secuelas, los crossovers y los reboots. Este 2018 llega la anticipada EL DEPREDADOR dirigida por el cineasta Shane Black (Iron Man 3).
Esta nueva historia nos traslada a la Tierra en la época actual, allí un grupo de soldados es atacado repentinamente por una criatura desconocida, sin embargo uno sobrevive y logra hacerse con un extraño artefacto que envía a su hogar con la esperanza de que valga lo suficiente para tener una mejor vida. Lo que Quinn McKenna (Boyd Holbrook) no sabe es que aquel objeto es una pieza de una armadura alienígena, que llega a manos de su hijo Rory (Jacob Tremblay) el cual activa una señal por accidente. Poco a poco se va forjando una desesperada batalla entre los humanos y los depredadores que arriban, mientras se van revelando nuevos misterios sobre la avanzada especie que aparte de cazar a McKenna también amenaza a un grupo de operaciones especiales comandado por Will Traeger (Sterling K. Brown) y a la doctora Casey Bracket (Olivia Munn), que esperan entender y aprender como dominar la tecnología de los poderosos cazadores espaciales.
Lo primero a comentar y destacar de este thriller de ciencia ficción es que no busca darle un nuevo giro respecto al tono de la saga Depredador, sino que hace todo lo posible por asemejarse a las primeras películas de la franquicia, en las que había gran cantidad de acción, sangre y humor bizarro. Todo eso se puede ver en niveles estratosféricos y para los espectadores que buscan un film ágil para comer y gozar mientras la pantalla explota esta nueva entrega les resultara muy disfrutable.
Shane Black logra crear en su película una acción que a nivel visual resulta atractiva, el diseño de los depredadores si bien no cambia mucho si resulta impresionante y la creatividad para generar una atmósfera de peligro es la justa para una historia que no quiere ser pretenciosa, solo busca contar una aventura sencilla con todos los clichés de personajes antiguos y todos los estereotipos del cine de hoy. Por suerte tiene un destacado elenco que disfruta su trabajo y hacen lo posible para que te creas esta peligrosa realidad en la que pueden destriparte en cualquier momento, eso genera emoción y nos permite sufrir hasta cierto punto la angustia que padecen los personajes.
Esta es en esencia una película “palomitera” que entretiene fácilmente, pero que a medida que avanza sus defectos son cada vez mayores. Para el final EL DEPREDADOR es un desastre narrativo que ni siquiera los giros de trama o las frases heroicas logran salvar. Esto en tanto que el ritmo aumenta estrepitosamente en un punto y lo que venía con un tono de intriga y temor por los depredadores se convierte en un show de pirotecnia en el que nos vale poco quien vive y quien muere, excepto el tipo blanco, el niño y la chica ellos de seguro viven porque ese es el canon ¿no?
En aspectos técnicos si bien resalta en diseños de producción y vestuarios, en aspectos como la música (de Henry Jackman) y la fotografía (de Larry Fong) se queda en lo genérico (nada que no se pueda hacer con un respetable presupuesto). Dicho desequilibrio hace del film una entrega facilista, que nos va perdiendo con el pasar de los minutos y que carece tanto de sentido que nos sacara buenas risas mas no de diversión, serán risas de incomodidad y decepción.
En resumen, si son fanáticos de la acción y quieren desconectarse de los problemas de la vida vayan a ver esta película, pues si bien no será lo mejor que verán por lo menos la gozaran en el momento y luego la olvidarán. Si no han sido seguidores de la franquicia de Depredador esta entrega no los motivará a serlo, les resultará prescindible e innecesaria, así que mejor ahórrense su dinero.